miércoles, 29 de julio de 2009

En el Paseo alto


Como este verano me temo que no vamos a volver a salir, por las tardes tiene uno que buscarse las habichuelas para llevar a los niños a sitios más o menos agradables en los que el calor no castigue tanto.
En el Paseo alto, al lado de la plaza de toros, hay una terraza que permite imaginarse en otro lugar, lejos del ruido y las prisas, en medio de árboles cuya sombra tiene varias décadas. El local no pasa de ser un barracón de chapa, pero la carta es muy digna (parece mentira el partido que se le puede sacar al tomate, la sal gorda y el ajo) y la cerveza allí sabe aún mejor.



martes, 28 de julio de 2009

Performance a varias velocidades


El enterramiento se producirá el sábado 1 de agosto, a las 21:00, en el cementerio de arte de Morille (Salamanca).
Más información en http://www.seminario-sdlm.blogspot.com


lunes, 27 de julio de 2009

Pornografía erudita


Hay libros que atraen al comprador por su título; otros, por su portada. No cabe duda de que el poemario de Valter Hugo Mae Pornografía erudita debe de ser uno de los libros de poesía con la portada más peculiar del mundo (y vaya por delante que los poemas que lo integran son soberbios).
En ella se ve al autor saliendo de una habitación (o entrando en otra, según se mire) completamente desnudo. Da la impresión de que incluso se recrea mostrando sus partes al posible interesado (en el libro, se entiende).
Cuando los amigos de Valter la vieron, le preguntaron que cómo había consentido que le sacaran de esa guisa, que no podía ni imaginarse la cantidad de tarados que iban a descargársela de internet para masturbarse con ella.
Eso sí que es poesía pura.

sábado, 25 de julio de 2009

La Imagen (carísima) de Extremadura


Esta mañana, en el Paseo de Cánovas (esto es, en el centro de Cáceres), me encontré con un par de personas que regalaban a los transeúntes ejemplares de Imagen de Extremadura, una revista que, desde hace un par de años, edita la Junta para promocionar (supongo) lo que en la región se hace. Publicidad para en el fondo atraer a los turistas.
La idea en sí de crear una publicación de este tipo no me parece mala, lo que no sé es si el dineral que cuesta realmente compensa.
Echo cuentas tirando por lo bajo. De la revista se sacan nada menos que 100.000 ejemplares (sí, he escrito bien el número). Si cada ejemplar supusiese (sólo en gastos de imprenta) un euro (que seguro que es bastante más dado el tipo de papel y las fotos en color), nos iríamos a los 100.000 euros. Y, como salen cuatro números año
, el coste total se sube a 400.000 euros; es decir, una millonada invertida en una revista que suele leerse y tirarse poco después. Vamos, que nadie dentro de unos años la consultará en ninguna hemeroteca.
Y que conste que no he considerado lo que se abona a la empresa que la diseña y maqueta ni a quienes elaboran los textos. Otro pico.
Esas cantidades a mí me producen vértigo. Sobre todo si pensamos en lo que se escatima el dinero en otros ámbitos relacionados con la cultura. Pero siempre ha habido clases y clases.

jueves, 23 de julio de 2009

Los poetas de Blefescu: Ana Isabel Conejo

Ana Isabel Conejo (Foto de Ignacio Evangelista/SGAE)

Si los poetas liliputienses son escritores magníficos que publican en editoriales minoritarias, los de Blefescu son igualmente estupendos, aunque ellos sí consiguen que su obra se publique y distribuya como se merece.
El primer nombre de este grupo que creo que hay que citar es el de Ana Isabel Conejo.
Los cuatro poemarios suyos que he leído (tres en Hiperión y uno en La Garúa) me parecen de lo mejor de la última poesía española. Se trata de una poeta con sensibilidad y oficio. Además, en todas las entrevistas que le conozco se muestra como una escritora sensata y modesta. No tiene, que yo sepa, ni blog ni página propia, lo que ya dice mucho en su favor.



martes, 21 de julio de 2009

El libro de las derrotas


Conviene no perderse este Libro de las derrotas. Recién salido de la imprenta. La última joya que ha escrito Antonio Orihuela. Para todos aquellos que aún se preguntan para qué demonios sirve la literatura. Lo ha publicado la editorial La oveja roja.

lunes, 20 de julio de 2009

Un nuevo número de Los Noveles


La interesante revista Los Noveles acaba de publicar un nuevo número cargado de reportajes de lo más interesante. No es mal antídoto para sobrellevar el calor del verano.

sábado, 18 de julio de 2009

Cinco días en Aveiro


No había estado antes en la región portuguesa de Beira litoral. Pero desde luego creo que ésta no será la última vez, pues la excusa de que los niños pasasen unos días en la playa nos llevó a Praia da barra, a cinco minutos en coche de Aveiro.
A Portugal, país del que me confieso enamorado, me encanta ir, excepto en verano. Supongo que se deberá a que relaciono esa estación con mis anteriores visitas al Algarve, una zona que se diría pensada exclusivamente para turistas.
En este caso ocurrió todo lo contrario. Vuelvo encantado. Para empezar el hotel era fantástico. Nos lo había recomendado mi suegro. Y vaya si tenía razón. El Residencial Farol sólo tiene doce habitaciones y todas demuestran el buen gusto de quienes lo dirigen: limpias, decoradas con clase y sencillez y con unas vistas sencillamente espléndidas.



Justo enfrente del hotel se alzaba el Faro de Aveiro. A Chose le encantaba quedarse despierta mirando cómo la luz daba vueltas.


Ésta era la vista que teníamos desde la habitación. El puestecito en el que se vendían bolachas americanas y tripas tenía siempre delante una cola enorme. Manu acabó siendo un experto catador de las bolachas, una especie de barquillo delicioso por el que merecía la pena esperar.



Costa nova, a tres minutos de Praia da barra, es uno de esos lugares que parecen sacados de un cuento de hadas. En mi vida he estado en pocos sitios tan hermosos y acogedores como éste. Sus casas de colores formaban calles de ensueño.




Chose leyendo la carta de uno de los muchos restaurantes que por allí había. Manu es quien lleva la silla de Irene.





Un par de mañanas fuimos a pasarlas a Aveiro. Portugal en estado puro. No estaría nada mal poder vivir en esta ciudad. Las bicicletas se prestaban gratis si uno dejaba el carné.



A Aveiro la llaman la Venecia del Atlántico. Y, aunque un poco exagerado, lo que no puede negarse es que sus canales le aportan un aire de lo más bohemio y melancólico.




Los antiguos barcos de los pescadores, los moliçeiros, tenían incluso forma de góndola. En cuanto tuvimos ocasión, nos subimos a uno para dar un paseo por los canales.




Que no está uno para ciertos trotes lo comprobé cuando por la mañana tuve que pedalear con Manu en un patín de agua y por la tarde con Irene en una especie de bicicleta múltiple. Aún me duelen las agujetas.




Menos mal que no hay dolor que no alivie um café com leite morna y un pastelito de nata. No sé cómo nos atrevemos en España a llamar café al mejunge que ponen en la mayoría de los bares. Nada que ver con esa bebida maravillosa que se servía en las terrazas de Costa nova.
El año que viene repito.

viernes, 10 de julio de 2009

Teorias da ordem/Teorías del orden


Acabo de recoger en Corrreos dos paquetes. Vienen de Portugal. Al abrirlos (los estaba esperando), me encuentro con unos cuantos ejemplares de Teorias da ordem/Teorías del orden, la antología bilingüe que el editor Jose Carlos Marques me ha sacado en Ediçoes Sempre-em-pé.
La traducción la ha hecho Ruy Ventura, así que estoy seguro de que la versión portuguesa ha mejorado la original española.
Gracias a los dos, a Jose Carlos y a Ruy, por permitir que mis humildes textos conozcan el Atlántico.



METAMORFOSE

Os ditadores convertem-se em ex-ditadores.
Os ex-ditadores em senadores vitalícios.
Os senadores vitalícios em velhos inofensivos.
E os velhos inofensivos, finalmente, acabam por perder a memória.

(Traducción de Ruy Ventura)

jueves, 9 de julio de 2009

lunes, 6 de julio de 2009

Voces del extremo de ida y vuelta


En poco menos de veinticuatro horas he ido y he vuelto de Béjar dos veces. En el programa de la edición de Voces del extremo me tocaba actuar el sábado por la tarde y el domingo por la mañana. Y, aunque Chose me propuso que me quedase a dormir allí para evitar la paliza de tanto coche, preferí pasar la noche en casa y no dejarla sola con los dos niños. Supongo que alguna vez crecerán y podré volver a ser medio persona. Lo digo porque reconozco que me hubiese gustado pasar algún tiempo más con tantos buenos amigos a los que tengo tan pocas oportunidades de ver. En fin. Lo dicho. Me imagino (en ello confío) que Manu e Irene también crecerán.



El encuentro se celebró en el Centro cultural San Francisco. Acogedor y amplio. Lo mejor, el claustro central donde era posible charlar mientras se paseaba.

(Foto de Esther Muntañola)


(Foto de Esther Muntañola)



Por él se pasó Irene Albert. Quédense con el nombre y la cara de esta chica de veintidós años, porque dentro de no demasiado tiempo va a dar que hablar con su potentísima escritura. Encima tendré la suerte de ser su primer editor, ya que está preparando un libro que estaré encantado de publicar en Litteratos. Detrás de su apariencia tímida se oculta una escritora original y valiente. Ya lo verán.



Antonio Orihuela demostró una vez más su sabiduría, clase, y modestia: cualidades de un verdadero artista.


(Foto de Esther Muntañola)


(Foto de Manuel Casadiego)


(Foto de Manuel Casadiego)



Mejor acompañado no puedo estar. Con Fabio de la Flor y Ben Clark. Una pena que vivamos lejos. Porque sé que, si nos tratásemos más a menudo, en ellos tendría a dos amigos. Uno y otro (como editor y como autor) representan parte de lo mejor de la literatura española que está por venir.


Esta vez no pude resistirme y tuve que hacerle una foto a una de las tiendas más contradictorias que he conocido. Saltan a la vista los motivos.


Belén Artuñedo y Elías Moro. Es un privilegio poder estar junto a personas con tanta clase .


Matías Escalera y Luis Felipe Comendador. Obsérvese la mirada de seductor que Luis Felipe le dedica a la cámara.


Gonzalo Escarpa (en primer plano) bromea con el Tigre de Gales.


Después de la mesa redonda del domingo por la mañana, fuimos a comer con los niños a El almirez, ya en Hervás. Lo de este restaurante roza lo sublime: comida exquisita en un local de ensueño. Chose, Manuel (mi suegro) y un servidor salimos de él de un humor excelente.



Y para terminar, también como de costumbre, un café y unos libros en Las Flores. En la foto Manu posa con sus tres gormitis nuevos en la mano.