lunes, 12 de octubre de 2015

Baile del Sol publica los cuentos de César Martín Ortiz




Baile del Sol acaba de publicar el libro del año. No puedo definir de otra manera "Cien centavos", el volumen que recoge una amplia muestra de los cuentos de César Martín Ortiz, un escritor de los de verdad. Os dejo el prólogo que escribí para el libro.

 NUNCA CONOCÍ A CÉSAR MARTÍN ORTIZ



Nunca conocí a César Martín Ortiz. Ni siquiera hablé por teléfono con él.
De vez en cuando nos encontramos con libros que nos cambian la vida. Y, por eso, somos capaces de recordar cuándo y dónde los compramos, cuándo y dónde los leímos. Yo, al menos, me acuerdo de todos los detalles (alguno inconfesable) del momento en que cayó en mis manos Nuestro pequeño mundo, el volumen de relatos de un escritor cuyo nombre no me sonaba de nada: César Martín Ortiz. Además, en la solapa se contaba muy poco de él. Apenas se daba noticia de su lugar y fecha de nacimiento. Poco más. La sorpresa vino en cuanto lo abrí. Porque aquellos cuentos eran sencillamente perfectos. Cada uno de ellos constituía un mecanismo engrasado en el que todo funcionaba sin estridencias, con una suavidad hija del talento y la maestría.
¿Quién demonios era César Martín Ortiz y por qué nadie me había hablado de él?
Pregunté aquí y allá. A veces me encontraba con alguien que lo había tratado o alguien que había sido alumno suyo y todos coincidían en que era una persona muy especial, alguien que irradiaba estilo y sabiduría. También me enteré de que era profesor en un instituto del norte de Cáceres y de que, al parecer, lo de la vanidad literaria no iba con él.
Unos años más tarde, una modesta asociación cultural le publicó una joya en forma de librito titulada Paso de contarlo. He perdido la cuenta de la de ocasiones que he usado sus textos en clase. Paso de contarlo es una obra maestra, uno de esos títulos por los que mataría cualquier escritor. Ricardo Senabre, por ejemplo, celebraba cada entrega de César dedicándole una reseña de una página entera en El Cultural del diario El Mundo. No me extraña.
Y es que siempre ha habido una especie de historia de la literatura paralela a la oficial en la que habitan autores extraordinarios a los que se diría que lo único que importa es escribir, escribir como si la vida les fuera en ello sin preocuparse de nada más. Y justo a esa raza de artistas verdaderos pertenecía César Martín Ortiz. Me lo imagino escribiendo en el diminuto rincón de la tierra donde vivía y trabajaba con unos adolescentes que sospecho que no tenían ni idea de quién era realmente su profesor de lengua y literatura.
César era (es) uno de los mejores narradores de la literatura española. Los cuentos de este libro lo prueban.
                   Suele decirse que el cuento constituye, quizá, el género más exigente, ya que pide mucho y da muy poco. Firmar un buen cuento resulta complicado. Implica contar con varias habilidades escurridizas: lecturas, oficio, melancolía y, sobre todo, dominio del ritmo. César parecía reunirlas todas. Y más.
                  Este Cien centavos compila una nutrida muestra de los cuentos de César Martín Ortiz que permitirá al lector descubrir a un maestro que está llamado a convertirse en un clásico.
                   Aunque él no llegará a verlo.
                   César murió de un infarto en 2010. Tenía 52 años. La mañana en que me enteré (estaba en el recreo del instituto), tuve que salir a la calle cinco minutos. Para coger aire. Para que los chicos no viesen cómo se me humedecían los ojos.
                  Ya nunca podría hablar con él ni decirle lo que lo admiraba.
                  Ya nunca podría conocer a César Martín Ortiz.
                  Aunque a veces me gusta pensar que en realidad sí que lo hice.