Con la obra de Javier Moreno me ha pasado como con las mareas: que ahora me gusta, que ahora no me gusta. Y es que Acabado en diamante, el poemario que le sacó la Garúa hará un año, me produjo una decepción enorme. Me pareció que no estaba a la altura del soberbio Cortes publicitarios que antes había publicado en Devenir. Supongo que espero mucho de un autor cuyo estilo demuestra un talento fuera de lo común.
Afortunadamente, acabo de reconciliarme con su poesía después de leer Renacimiento, un poemario arriesgado y original editado por Icaria.
Entre postpoético, culturalista y, a ratos, incluso novísimo, el volumen abre nuevas posibilidades para la poesía en castellano. Eso sí, sin quedarse en la mera enunciación de novedades tecnológicas, sino proponiendo un lenguaje poético trabajado y de altura. El lenguaje de todo auténtico escritor.
Afortunadamente, acabo de reconciliarme con su poesía después de leer Renacimiento, un poemario arriesgado y original editado por Icaria.
Entre postpoético, culturalista y, a ratos, incluso novísimo, el volumen abre nuevas posibilidades para la poesía en castellano. Eso sí, sin quedarse en la mera enunciación de novedades tecnológicas, sino proponiendo un lenguaje poético trabajado y de altura. El lenguaje de todo auténtico escritor.
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