En El Periódico Extremadura de hoy, se informa de que dentro de unos días la Institución Ferial Cacereña (IFECA) elegirá a su próximo gerente. Según el concejal designado para supervisar el proceso, su labor principal será hacer rentables las ferias. Entre las que organiza esa institución las hay dedicadas a los trajes de novia, a la agricultura ecológica o a distintos tipos de bebidas. Lo malo es que la misma persona que tratará de que se vendan muchas tortas del Casar será la encargada de elaborar el programa de la feria del libro de Cáceres.
Ya he hablado varias veces de que creo que de esa manera no se hacen las cosas. Durante las ediciones anteriores hemos tenido que padecer la incapacidad de una persona que de literatura sabía más bien poco y que, por tanto, se quedaba en el trazo grueso o en lo puramente local.
Pues bien, por lo que leo los errores del pasado van a repetirse. Y que conste que me encantaría equivocarme. Aunque me temo que no será así.
Me parece que quizá deberíamos seguir el ejemplo de Plasencia (y en ambos ayuntamientos gobiernan los mismos). Allí se creó hace unos meses una Concejalía de las artes. Quien la dirige es gente relacionada con la cultura, el estupendo escritor Juan Ramón Santos entre ellos. Y vaya si se nota.
Ya he hablado varias veces de que creo que de esa manera no se hacen las cosas. Durante las ediciones anteriores hemos tenido que padecer la incapacidad de una persona que de literatura sabía más bien poco y que, por tanto, se quedaba en el trazo grueso o en lo puramente local.
Pues bien, por lo que leo los errores del pasado van a repetirse. Y que conste que me encantaría equivocarme. Aunque me temo que no será así.
Me parece que quizá deberíamos seguir el ejemplo de Plasencia (y en ambos ayuntamientos gobiernan los mismos). Allí se creó hace unos meses una Concejalía de las artes. Quien la dirige es gente relacionada con la cultura, el estupendo escritor Juan Ramón Santos entre ellos. Y vaya si se nota.
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