
Ayer por la tarde estuve y no estuve en Cáceres.
Habíamos salido con los niños a comer fuera y, después, decidimos ir a dar un paseo por la calle Pizarro. Queríamos ver qué tal había quedado La Fundación Helga de Alvear, que se había inaugurado un par de semanas antes.
Como el Centro abría a las seis, tuvimos ocasión de disfrutar del fantástico aire bohemio que el barrio ha adquirido en muy poco tiempo. Porque en la zona de Pizarro se han ido abriendo locales de lo más original, nada habituales en una ciudad tan provinciana como ésta.
Habíamos salido con los niños a comer fuera y, después, decidimos ir a dar un paseo por la calle Pizarro. Queríamos ver qué tal había quedado La Fundación Helga de Alvear, que se había inaugurado un par de semanas antes.
Como el Centro abría a las seis, tuvimos ocasión de disfrutar del fantástico aire bohemio que el barrio ha adquirido en muy poco tiempo. Porque en la zona de Pizarro se han ido abriendo locales de lo más original, nada habituales en una ciudad tan provinciana como ésta.








La Habana es un bar en la planta baja y la cueva de Alí-Babá (sin ladrones) en las dos siguientes.







En fin, que llegué a casa mareado por tantas sensaciones juntas. Como si hubiese regresado de un viaje muy largo.
Suele ocurrir amigo, tener el cielo a la altura de la mano y un día descubrir que no es un sueño...Me alegro por ese viaje...Al final, todos crecemos...incluyendo a las ciudades...En horabuena. Até logo. Beijinhos à familia. Tino
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