Ayer por la tarde me sentí un poco menos aislado en esta esquina del mundo. Durante unas horas. Las que tuve la suerte de compartir con Sara Herrera Peralta y sus padres. Los tres fueron muy cariñosos con un servidor. Iban de camino a Galicia y decidieron hacer una parada en Cáceres. Sara, además, tuvo el detallazo de regalarme un ejemplar de Shock, el poemario que hace unas semanas le ha publicado Baile del Sol. Ella es una de las poetas liliputienses. Pero ayer comprobé que es tan buena escritora como persona. Gracias, amiga.
Gracias a ti, José María, es una suerte encontrarse por el camino con personas como tú. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarsara