Lo de vivir en Cáceres y trabajar en Mérida me da al menos la oportunidad de asistir a las lecturas que los autores invitados de una y otra aula literaria ofrecen en ambas ciudades. Este curso, sin embargo, por unas circunstancias u otras, sólo he ido a la que Martín López-Vega dio anoche. Me quedé, hace unas semanas, con ganas de ver en Mérida a Irazoki. Pero una inoportuna gastroenteritis me lo impidió.
Martín estuvo bien. Es un escritor interesante, qué duda cabe. Sin embargo, confieso que esperaba más de él. Supongo que la culpa la tenemos (en parte) los que formábamos parte del público y no le formulamos ninguna pregunta.
Con todo, me quedo con la lectura de un puñado de buenos poemas en la voz de un buen poeta. Quizá es que la cosa sea así de sencilla y no haga falta nada más. Quizá.
Martín estuvo bien. Es un escritor interesante, qué duda cabe. Sin embargo, confieso que esperaba más de él. Supongo que la culpa la tenemos (en parte) los que formábamos parte del público y no le formulamos ninguna pregunta.
Con todo, me quedo con la lectura de un puñado de buenos poemas en la voz de un buen poeta. Quizá es que la cosa sea así de sencilla y no haga falta nada más. Quizá.
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