Sigamos con el catálogo de horrores y errores de políticos regionales y locales supuestamente relacionados con la cultura:
- El edificio Embarcadero iba a convertirse en un centro cultural de primera fila, algo parecido a lo que es la Laboral de Gijón o el Matadero de Madrid. Pues finalmente, después de lo que costó la restauración y de un año sin actividad, parece que va a convertirse en un local con despachos para empresarios.
- Las casas de cultura. Muchas de ellas están cerradas porque no hay ordenanzas.
- El Centro Cívico de La Mejostilla. También cerrado. Supongo que por las mismas razones.
- La Factoría Joven. Otra construcción con ínfulas que ha servido para poco más que para tirar una millonada a la calle.
No sigo porque me estoy deprimiendo por momentos. Lo único que sé es que todo ese dinero invertido no ha servido para nada. Y es que la cuestión no es tanto disponer de continentes vistosos como de contar con contenidos de interés. Pero, claro, para eso habría que escuchar a la gente de la cultura. Y eso poquísimos políticos están dispuestos a hacerlo.
Esa es la verdadera respuesta... que no se pregunta a quién hay que preguntar, y pasa en todos los campos; educativo, sanitario, cultural... Y así nos va... Gracias por informarnos. Un abrazo.
ResponderEliminarLo peor es que creo que muchos políticos no es que no quieran escuchar a la gente de la cultura sino que como en sus vidas privadas lo de la cultura no tiene ninguna importancia y a veces hasta les da alergia, son incapaces de identificar a esa gente y al final sus interlocutores son gente rarísima. Carmen Heras cuando fue alcaldesa de Cáceres escuchaba mucho -por ejemplo- a Marce Solís, imagino que pensando de buena fe que estaba escuchando a alguien de la cultura. Así va el tema.
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