Esta tarde, al ir a hacer la compra con Irene, he cogido en la puerta del supermercado un ejemplar de Avuelapluma, el semanario gratuito que se reparte por toda la ciudad.
En el interior me encuentro con la noticia de que el consorcio de la candidatura de Cáceres 2016 ha elegido ocho proyectos de entre los 110 que se presentaron a un concurso llamado Certamen de proyectos innovadores creando capital. No voy a entrar ahora a juzgar la calidad de dichos proyectos (no los conozco), aunque sí llama la atención que entre los ocho vayan a repartirse 150.000 euros. Justo la misma cantidad que cuesta organizar Cosmopoética, el tipo de festival por el que (al parecer) suspira la señora alcaldesa.
El caso es que, en el plano literario, nada de nada. Tan sólo uno (el titulado Toma la palabra) parece tener algo que ver con las letras, aunque da la impresión de que de manera bastante tangencial.
Cada vez me sorprenden menos las meteduras de pata de los que dirigen la candidatura de Cáceres. Pero alguna vez reconozco que lo consiguen.
Y es que no puedo dejar de darle vueltas al hecho de que en una ciudad tan pequeña y periférica como Cáceres se dé la circunstancia (casual) de que vivan varios escritores de primera fila. Pienso en Basilio Sánchez, en Julián Rodríguez, en Eugenio Fuentes, en Irene Sánchez Carrón, en Javier Pérez Walias , en Juan Manuel Barrado o en Santos Domínguez. Entre todos ellos, tenemos libros en Visor, Pre-textos, Calambur, Algaida, Tusquets, Debate, Caballo de Troya, Renacimiento, Rialp, El Gaviero e Hiperión. Ahí es nada.
Pues bien, a ninguno de ellos se les ha llamado para que den su opinión sobre qué podría hacerse para activar la vida literaria de una ciudad que aspira a ser capital de la cultura. A mí me sigue pareciendo un lujo que no podemos permitirnos. Luego se quejarán de que las mejores cabezas de la cultura extremeña terminen hartándose y marchándose a Madrid.
En el interior me encuentro con la noticia de que el consorcio de la candidatura de Cáceres 2016 ha elegido ocho proyectos de entre los 110 que se presentaron a un concurso llamado Certamen de proyectos innovadores creando capital. No voy a entrar ahora a juzgar la calidad de dichos proyectos (no los conozco), aunque sí llama la atención que entre los ocho vayan a repartirse 150.000 euros. Justo la misma cantidad que cuesta organizar Cosmopoética, el tipo de festival por el que (al parecer) suspira la señora alcaldesa.
El caso es que, en el plano literario, nada de nada. Tan sólo uno (el titulado Toma la palabra) parece tener algo que ver con las letras, aunque da la impresión de que de manera bastante tangencial.
Cada vez me sorprenden menos las meteduras de pata de los que dirigen la candidatura de Cáceres. Pero alguna vez reconozco que lo consiguen.
Y es que no puedo dejar de darle vueltas al hecho de que en una ciudad tan pequeña y periférica como Cáceres se dé la circunstancia (casual) de que vivan varios escritores de primera fila. Pienso en Basilio Sánchez, en Julián Rodríguez, en Eugenio Fuentes, en Irene Sánchez Carrón, en Javier Pérez Walias , en Juan Manuel Barrado o en Santos Domínguez. Entre todos ellos, tenemos libros en Visor, Pre-textos, Calambur, Algaida, Tusquets, Debate, Caballo de Troya, Renacimiento, Rialp, El Gaviero e Hiperión. Ahí es nada.
Pues bien, a ninguno de ellos se les ha llamado para que den su opinión sobre qué podría hacerse para activar la vida literaria de una ciudad que aspira a ser capital de la cultura. A mí me sigue pareciendo un lujo que no podemos permitirnos. Luego se quejarán de que las mejores cabezas de la cultura extremeña terminen hartándose y marchándose a Madrid.
O a Salamanca, como hizo hace mil años Felipe Núñez. Pero también existe el exilio interior. O la invisibilidad, que no es un mal remedio para poder vivir en esta tierra.
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ResponderEliminarAdemás de todos esos escritores en los que piensas, se da la circunstancia añadida de que en Cáceres vive también Jose Mría Cumbreño...
ResponderEliminarPor si te alivia el ánimo te diré que mi proyecto no ha sido aprobado por el comité y no está entre esos ocho magníficos. Se ve que pensaron que yo no era adecuado para organizar algo relacionado con arte, que tal vez no eran suficientes mis diez años como galerista con sus siete ARCOS, mi experiencia como director de tres ediciones de Art salamanca o como coordinador de proyectos del departamento de Artes Visuales de la Consejería de Cultura de la Región de Murcia o ahora como responsable del departamento de Arte y Acción del Centro Párraga. Me faltaba lo de haber tenido un bar que se ve que es cosa que puntúa mucho...
No me enfada ver que mi proyecto ha planeado hacía la papelera, lo que me enerva es ver lo que se ha aprobado. Pero por otra parte tal vez lo mejor sea tomar todo esto con fatalismo y un poco de humor y pensar que Cáceres y el 2016 son así...
Un abrazo fuerte
Creando capital... Qué pena de pueblo. Lástima que haya tanto dinero a disposición de los palurdos y palurdas municipales de todo partido y laya.
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