Ayer tuve que volver de Mérida antes de tiempo. Una llamada al instituto. Era Chose para decirme que mi abuela había muerto.
Tenía casi noventa años.
Por la tarde fui a Torrequemada, a su casa. Ahora, que lo normal es velar a los muertos en un tanatorio, resulta de lo más extraño eso de tener el ataúd en el dormitorio.
El desfile de medio parientes y medio conocidos.
Mis padres y mis tíos alrededor de la mesa camilla. Mi madre remueve con la badila el brasero de picón. Aun así hace frío.
Salí al patio, cogí el cubo de metal y saqué varias veces agua del pozo.
Tal y como me enseñaron mis abuelos.
Tienes que dejar caer el cubo y, antes de que toque el agua, dar un golpe de muñeca para que se llene del todo.
La cuerda tensa por el peso de agua.
Comprobé que, veinticinco años después, sigo haciéndolo tan mal como entonces.
Creo que eso fue lo que me hizo sonreír.
Tenía casi noventa años.
Por la tarde fui a Torrequemada, a su casa. Ahora, que lo normal es velar a los muertos en un tanatorio, resulta de lo más extraño eso de tener el ataúd en el dormitorio.
El desfile de medio parientes y medio conocidos.
Mis padres y mis tíos alrededor de la mesa camilla. Mi madre remueve con la badila el brasero de picón. Aun así hace frío.
Salí al patio, cogí el cubo de metal y saqué varias veces agua del pozo.
Tal y como me enseñaron mis abuelos.
Tienes que dejar caer el cubo y, antes de que toque el agua, dar un golpe de muñeca para que se llene del todo.
La cuerda tensa por el peso de agua.
Comprobé que, veinticinco años después, sigo haciéndolo tan mal como entonces.
Creo que eso fue lo que me hizo sonreír.
Me has emocionado, nos has traído un texto muy bonito. Recordar así a tu abuela, sacando agua del pozo, con una sonrisa, es muy entrañable.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mi más sentido pésame.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, amigo.
ResponderEliminarLo siento Chema. Imagino que ellos tienen la exclusividad de haberte enseñado lo que nadie volverá a enseñarte, y en esos gestos simples siempre estará su recuerdo.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
Teresa Guzmán
Esto, irremediablemente, me recuerda algo de mí... Es curioso lo patético de los velatorios hoy en día, en un frío e impersonal Tanatorio, rodeado de "medio conocidos", como bien dices... Sin duda, el velatorio de tu abuela fue, aunque no lo creas, distinto de muchos otros.
ResponderEliminarLo que sacabas del pozo no era agua, amigo José María, sino recuerdos... De ahí tu sonrisa.
Un cordial saludo.
Querido Chema: Mi más sentido pésame. Yo no tuve esa oprotunidad de aprender cosas de ellos -no conocí a mis abuelos- y mis abuelas eran más bien secas y desabridas, poco amigas de enseñar.
ResponderEliminarY esas pequeñas cosas -sacar agua del pozo. remover el brasero con la badila- son más importantes de lo que parece.
Un fuerte abrazo.
Elías
Elías
A mí también me has hecho sonreír, al final.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, niño.
Amigo
ResponderEliminarSei bem o que significa perder uma avó. Um abraço muito forte deste teu amigo Ruy Ventura.
Señor Cumbreña: Ahora resulta que quien es capaz de levantar una humilde piedra y dejarla en el aire y ver que flota, como ya hiciste en un poema memoriable, no sabe sacar el agua de un pozo...Buen oficio tien ahora tu abuela contigo, a quien regalo flores del único modo que puedo...
ResponderEliminarUn abrazo
Carlos
No deja de resultar curioso que la muerte y el dolor saquen fuera lo mejor de nosotros. la sonrisa.
ResponderEliminarUn abrazo
Un abrazo, José María.
ResponderEliminarGracias a todos por vuestras palabras. Es un privilegio tener amigos como vosotros. Un abrazo.
ResponderEliminarJosé María, he leído ya tarde esto, pero no he podido dejar de emocionarme. Y de recordar la muerte de mi padre, en su propia casa, con todos a su alrededor. Yo tampoco supe sacar demasiada agua de su pozo, de él. Ni tampoco, aunque tú no lo pretendieras, un poema. Mis abrazos.
ResponderEliminarAunque sea bastante tarde no quiero dejar de darte mi condolencia ante la separación de tu abuela. Los seres queridos siguen presentes pero duele no verlos. Lo siento amigo. Hermosas palabras escritas. Un fuerte abrazo. Tino
ResponderEliminarlo lamento, Jose María... aunque llegue tarde... te envío un fuerte abrazo desde aquí.
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