Después de tanta lluvia seguida, por fin salió el sol, así que nos fuimos a comer al Chiara (espléndido, como de costumbre) y, luego, a los Barruecos. En el museo Vostell me compré dos libros suyos: uno sobre de-collage que editó la diputación de Badajoz y otro de la Editora sobre el alfabeto de las artes plásticas. Ambos están editados de manera ejemplar.
El paseo posterior resultó espectacular. En la foto se ve el edificio del museo junto a la charca del antiguo lavadero de lanas.
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