Hay libros que atraen al comprador por su título; otros, por su portada. No cabe duda de que el poemario de Valter Hugo Mae Pornografía erudita debe de ser uno de los libros de poesía con la portada más peculiar del mundo (y vaya por delante que los poemas que lo integran son soberbios).
En ella se ve al autor saliendo de una habitación (o entrando en otra, según se mire) completamente desnudo. Da la impresión de que incluso se recrea mostrando sus partes al posible interesado (en el libro, se entiende).
Cuando los amigos de Valter la vieron, le preguntaron que cómo había consentido que le sacaran de esa guisa, que no podía ni imaginarse la cantidad de tarados que iban a descargársela de internet para masturbarse con ella.
Eso sí que es poesía pura.
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