viernes, 23 de enero de 2009

Gonçalo Tavares en el Aula José María Valverde


Anoche tuve la suerte de asistir a la lectura de Gonçalo Tavares en el Aula José María Valverde. Había devorado varios de sus libros en estado de deslumbramiento y hablado de él varias veces con un amigo común: el magnífico poeta Ruy Ventura. Lo de ayer me permitió comprobar que el autor que me había dejado con dolor de mandíbula de tanto abrir la boca era, además, como buen portugués, una persona encantadora.
Cuando concluyó la lectura, aguardé a que acabase el capítulo de firmas y dedicatorias de rigor para acercarme a él y darle recuerdos de parte de Ruy. En cuanto oyó el nombre de nuestro amigo la sonrisa se le hizo aún mayor. Hablamos de otros escritores portugueses y, poco tiempo después, aprovechando que le había llevado (para regalárselo) un ejemplar del poemario que hace un año le sacamos a Valter Hugo Mae, me lancé (en mí se cumple lo de que la ignorancia es atrevida) y le dije que nos encantaría publicar algo suyo en Littera.
Mientras se lo proponía cruzaba los dedos dentro del bolsillo del abrigo.
El hecho de que aceptase de inmediato confirmó su generosidad y modestia. Porque que alguien de tanto prestigio tanto en Portugal como en España (donde nada menos que Siruela publica la mayor parte de su obra) esté dispuesto a sacar un libro en una editorial liliputiense como la nuestra corrobora una vez más que los verdaderos sabios son sinceramente humildes.
Volví a casa eufórico, con la música del coche más alta que de costumbre y loco por llamar a Antonio para contarle lo del fichaje que acabábamos de conseguir.

3 comentarios:

  1. Enhorabuena. A esto se le llama apuntar alto.
    Saludos.

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  2. Obrigado pela parte que me toca e parabéns pela aquisição. As editoras não se medem aos palmos! Ruy Ventura

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  3. ¡Enhorabuena! Y enhorabuena también para nosotros, los lectores... Estaremos muy pendientes de vuestras publicaciones.

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