Llevamos cuatro días de feria del libro de Cáceres y el obispo ya ha
intervenido en dos ocasiones: el día de la inauguración con un libro
suyo y ayer para presentar un volumen con un título que promete horas de amena lectura: Episcopologio Cauriense de Miguel Ángel Ortí y Belmonte. No me va a quedar otro remedio que
encomendarme a mis santos. Vamos allá.
Mario Montalbetti, ruega por nosotros.
Lalo Barrubia, ruega por nosotros.
Martín
Gambarotta, ruega por nosotros.
Sergio Raimondi, ruega por nosotros.
Rocío Cerón, ruega por nosotros.
Luis Arturo Guichard, ruega por
nosotros.
Daiana Henderson, ruega por nosotros ...
Y, así, con los
cuarenta y tres poetas liliputienses que he tenido la debilidad de publicar hasta ahora.
He pecado.
Voy por el mal camino.
Debo cambiar.
De esta forma no voy a llegar a ninguna parte.
Decidido: si sacamos una segunda edición de la antología Diva de mierda, le preguntaré humildemente al señor obispo si desea participar.