En el expositor liliputiense con sombrero mexicano
Recién llegado de Toledo, donde, durante el fin de semana, se ha celebrado la segunda edición del Festival Voix Vives. Vuelvo con los ojos como platos por todo lo que he visto y aprendido. Porque no todos los días tiene uno el privilegio de conocer a poetas de unos quince países distintos. Y cada uno leyendo en su lengua materna.
Con Elena Román
Además, la organización ha sido perfecta. El trabajo que antes, durante y después del festival realizan Elena Román, Alicia Martínez, Isaac Alonso y Eddie J. Bermúdez es sencillamente perfecto. Todo está previsto, medido y calculado. Felicidades también a los alumnos voluntarios del IES Sefarad. Qué gusto da ver cómo chicos de secundaria guían y sacan de más de un apuro (Isaac, sin ti no habría habido presentación liliputiense) a los invitados.
Con Gsús Bonilla
Luego está lo de los anfitriones. Y es que los autores invitados se alojan en casas de particulares que, con enorme generosidad, ofrecen sus viviendas. Reconozco que a mí me toco el gordo: mis anfitriones, Mariluz Comendador y Luis Miguel Cañada, me trataron como si fuese de su familia. Gracias una vez más, Mariluz, Luismi, Inés y Andrés. Por cierto, Andrés, llegamos al Cigarral del Ángel Custodio a la primera. Fuiste un cicerone excepcional.
Eso sí: no tuve casi tiempo ni para respirar. Porque fui al festival como autor, pero, de paso, aproveché para llevar parte del catálogo liliputiense a la feria de editoriales que se montó en la Plaza del Ayuntamiento. Consecuencia: terminé agotado. Aunque el cansancio sólo lo notaba de noche cuando me metía en la cama.
Ferran Fernández
De nuevo he podido pasar unos días con personas a las que admiro y aprecio: Ferran Fernández, Lola, Pepo Paz, Iván Vergara y Chema de la Quintana. Ya lo he dicho más veces, pero no me canso de repetirlo: para mí Ferran Fernández es un maestro de la edición, un poeta como la copa de un pino y una de las mejores personas que conozco. Siempre es un gustazo estar a su lado.
En fin, que espero que el subidón me dure un tiempo. Me hace falta después de un verano de pesadilla. Gracias a todos, amigos. Un abrazo.
Con Pepo Paz
Leyendo en el Arquillo de la Judería
Los liliputienses son cada vez más enormes, José María. Un placer compartir los días y las horas del Voix Vives.
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